A solo minutos de Colonia del Sacramento, Don Joaquín es una opción ideal para quienes buscan una escapada corta pero significativa. Esta estancia turística ofrece una experiencia genuina de campo, en un entorno natural cuidado, con la comodidad y los servicios necesarios para disfrutar sin preocupaciones.
Una propuesta pensada para todos
Tanto si se viaja en familia, en pareja o con amigos, el hotel de campo Don Joaquín se adapta a distintas necesidades. Las familias encuentran espacios amplios y seguros para que los más chicos jueguen libremente, además de actividades como paseos a caballo o en carruaje que entusiasman a grandes y chicos por igual.
Las parejas valoran la tranquilidad del entorno, la calidez de las habitaciones y los atardeceres que pueden contemplarse desde la galería. Para grupos de amigos, hay propuestas como caminatas guiadas, salidas en bicicleta y espacios comunes para compartir comidas o una copa de vino al caer la tarde.
Naturaleza y desconexión sin renunciar al confort
El entorno natural de la estancia —praderas abiertas, árboles nativos, cielo amplio— invita a desacelerar. La desconexión digital no es obligatoria, pero sí tentadora. Al mismo tiempo, las instalaciones ofrecen el nivel de comodidad esperado por el viajero actual: habitaciones climatizadas, gastronomía casera de calidad y atención personalizada.
Ubicada estratégicamente, Don Joaquín permite planificar escapadas de fin de semana sin largos traslados. Desde Buenos Aires, el cruce en ferry y un corto trayecto por carretera bastan para llegar; desde Montevideo, el acceso también es simple. Esta proximidad es clave para quienes desean descansar sin alejarse demasiado. Don Joaquín no es solo un lugar para dormir: es una invitación a reconectar con lo esencial.
